Archive for the ‘Lectura & Escritura’ Category

La lectura en la escuela… reflexiones pedagógicas

>> ¿De qué hablamos cuando hablamos de lectura en la escuela?  <<

Artículo publicado en la Revista PLATERO,

nº 218, noviembre-diciembre 2018.

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Elogio de la lectura

Parece obligado, en una fecha como esta de hoy, hablar de lectura. Para mí se convierte en una necesidad. Necesito hablar de lectura, como tengo ganas de fiesta. Por eso me invade este ataque de ilusión, que provoca todo mi intelecto y hace que la imaginación se me dispare: siento unas ganas enormes de abrir las ventanas, con la esperanza de que los libros de la biblioteca salgan todos volando a darse un paseo por las nubes mientras observan el bullicio que hay hoy en mi barrio o si no, la ciudad a vista de pájaro. Resultaría, cuanto menos curioso ¿verdad? Con la misma lentitud que cae el confeti en los desfiles o el arroz en las bodas, podríamos contemplar, en cámara lenta, la lluvia de letras que todos ellos iban a provocar, inquietos por la emoción del momento. No me digáis que no es una forma curiosa de divertirse. Al fin y al cabo, están de fiesta, es su día.

Pero no va a suceder, no. Podéis estar tranquilos, que no seré yo quien provoque esa debacle. Entre otras razones, porque no me atreveré a abrir las ventanas, no vaya a ser que ocurra lo que os cuento y acabe por llevarme un susto, un gran susto, de irrealidad. De momento, me quedaré tranquilo, aquí en mi ya raído canapé, frente a la chimenea, con la luz de la fogata proyectando tenue la sombra de mi silueta en la pared, mientras paseo la mirada, perdida por los estantes y evoco los recuerdos mecidos en esos ritmos que el jazz siempre me regala. Comprenderéis que en tal estado, no me costará ir echando con gran deleite, la imaginación, los recuerdos, a volar. Y en cuestión de lectura tengo tantos, que brotan a borbotones, … ¡qué digo!, a chorro. No en vano, sin exagerar ni un ápice, os diré que ésta ha resultado mi auténtica razón de ser, el motivo de una existencia que, a base de aromas de papel, ha ido tejiendo con mimo mi afectividad. Sí, es así, como os lo cuento: los mejores y más entrañables momentos de la vida, aparecen en mi memoria, acompañados de algún libro, de una narración, siempre con la manos en… una buena lectura. Ahora bien, con un pequeño matiz, que explica la nobleza de esta evocación. Todos, todos ellos, aparecen hilados con el destello de la ilusión. Leer, siempre me ha gustado y, lo mismo que la escritura, ha sido para mi una necesidad,… vital.libros

Un libro, la prensa del día o cualquier revista, impresa o electrónica, me enganchan por igual. Una narración o un escrito, supone para mí una provocación, porque me permite reflexionar, evadirme; lo encuentro sencillamente enriquecedor. Me deleita. Esa es la palabra que mejor refleja mi sensación. La lectura me de-lei-ta, lo mismo en soledad, compartida, o sometida al juego del diálogo. Y me ayuda, siempre me inspira el debate o acompaña alguna que otra acalorada discusión. De cualquier forma, he de reconocer su aporte, por la recreación o por el conocimiento que me supone. Resulta motivadora del aprendizaje, disculpada en el encuentro, justificada en la ceremonia. Es un gran deleite, ya sea declamada o participada al grupo; ¡qué mas nos da!, si es disfrutada, deseada y querida. Hay ocasiones en las que puede parecerme incitadora al relax, lo mismo que provocadora, estimulante, propensa para la acción. Como iniciativa, sabemos que sirve para regalar, quedar bien y hasta ser prestada, pero una vez conocida, somos capaces de perseguirla, añorarla, venerarla… e incluso, despreciarla o venderla. Se hace la encontradiza o nos la topamos de sopetón en cualquier estante, o en un banco, o en la sala de espera, o en el autobús, o en el quiosco, o en el centro comercial, o en un mural… Llega de manos del viajero que nos acompaña en el autobús, aparece en el noticiario televisivo o, cuando la ocasión lo merece, consigue adueñarse por completo de la programación. ¿Tiene música?, por supuesto, aunque pueda ser capaz de interpretar hasta el silencio, llenar la soledad y también aislar el bullicio (sí, aquel, el mismo que al comienzo de este elogio, había en mi barrio). Y cuando no llego a pillarle su lógica, acabo por aceptarla tal cual es. Me trae la diversión y acompaña la meditación. Interpreta el sentimiento, consiguiendo que me llegue a entender, incluso a mi mismo. Surge con espontaneidad en la casa del amigo o tras la curiosidad del visitante; y desaparece con la candidez del sueño. Por sorpresa puede atacarme agazapada en la cotidianidad para, con alevosía, luego faltarme cuando sabe que más la deseo. Porque va y viene a voluntad; pero he de reconocer que, siempre se queda, se queda conmigo, adherida a mi ser, sin desprendérmela. Son muchos, muchos los momentos y las razones como he tenido en mi vida para leer…, tantos que sería capaz de llenar esta página de motivos, diversos y variados. No obstante, entre todos ellos, me quedo únicamente con tres, que sobresalen sobre los demás, henchidos por la emoción que los alimenta: las lecturas que se me quedaron perdidas en la infancia y que algún día estoy seguro que recuperaré; esas otras, muchas que fueron ansiadas en la juventud, por la necesidad imperiosa de alimento que emanaban todas ellas y, ¡cómo no!, las más entrañables, las compartidas en el regazo del hogar. Efectivamente, por encima de todas, son estas tres, las lecturas que, de manera intensa, reincidente, aparecen con especial sentimiento en mi corazón. Dejarme que os las comente, pues de algún modo, ahora lo necesito.

De las lecturas de la infancia perdura aún en mí el aroma de las sábanas, el calor húmedo del invierno y el destello matutino del sol primaveral. ¡Se me quedaron en sus amaneceres prendidas, tantas ilusiones…! He de reconocer que no fueron demasiadas, sólo las que me iba facilitando el préstamo de vecinos, amigos o conocidos. Entonces (¡qué melancólico se siente uno al expresarse de este modo!), la literatura no circulaba con facilitad, por lo que era codiciado cualquier libro que se pudiera atesorar. Así, lo guardábamos como un auténtico tesoro, si bien, el simple hecho de compartirlo, le confería nobleza a la propiedad. Sin lugar a dudas. En esa época tuve especial debilidad por los clásicos de aventuras, cuyas obras, no sé por qué, entonces las denominaban juveniles. Así, no era extraño acabar mezclando personajes de Julio Verne, Twain o cualquiera de los grandes imagineros de todos conocidos (grandes de verdad, grandes). Por la provocación creativa que suponían sus aventuras, me cautivaron. Os aseguro que las disfruté con total intensidad, todas y cada una. Eso sí, la extemporaneidad del momento y una exacerbada imaginación, eran capaces de hacer que me sintiera el protagonista en todas. Por supuesto que el contexto ayudaba: las mieses cálidas del verano, la frescura que en mi tierra desprende cualquier remanso del río o la brisa que atempera la meseta de la montaña, contribuyeron al goce, testigos casuales de muchas de mis horas de lectura fugitiva, huidiza, intensa. Y de este modo, experimentando lo que eran capaces de provocar en mí, páginas y más páginas con olor a celulosa, se fue fraguando esta sencilla, pero noble, veneración que siento por lo escrito. En realidad, todo me valía. La experiencia me iba demostrando que tras el cartoné de cada portada (sólo muy mayor tuve ocasión de palparlas en cuero), me aguardaba una experiencia satisfactoria. Una tras otra, todas, todas las lecturas me iban gustando. A cada cual más. Y por eso, he de confesar que guardo, entre los algodones del deleite, los sentimientos de tantas vivencias infantiles. De modo que no os extrañe la dependencia pacientemente adquirida con tal práctica, pues aún hoy me sigue invadiendo una imperiosa necesidad de enfrascarme en cualquier aventura, como preámbulo del reparador descanso diario. Todo ello, se ha ido decantando con las dulces recreaciones de la infancia.

Las lecturas de la juventud, tuvieron otro cariz muy distinto; contribuyeron a alimentar sobremanera mi irrefrenable ansia de saber, una necesidad como no he vuelto a tener en la vida, por enriquecer mi intelecto. Dio la casualidad que el único medio del que disponía en aquel momento era la literatura. Así que resultó ser la ventana por la que me asomé al mundo; y debió gustarme lo que vi, pues desde entonces no he dejado de mirar por ella. La calificaría como una época dorada, por muchas razones. La literatura, una más. Es una época en la que desflora el saber, ya que puedes entrar en contacto con los grandes pensadores y también con los pequeños. La historia nos ha deparado tantos y de tan diverso cariz, que sin lugar a duda, algunos de esos nombres ilustres depositaron con fuerza, su impronta en vosotros; en mí también, como es lógico. Y por eso, a todos ellos, y a su conjunto de obras, y a alguna en particular, debo cualquier limitación que pueda encontrar hoy mi pensamiento, lo crítico que en ocasiones resulte mi discurso y lo razonable que me muestre en el diálogo. Pues con ellos aprendí a sufrir, amar y, sobre todo, soñar. En su mano volaron mis sueños, lo mismo que en su regazo pude contener lágrimas, desvanecer miedos y ahuyentar temores. La seguridad, la entereza, la sensibilidad y tantas dudas, todos ellos me enseñaron a ponerle nombres, que es como aprender a vivir. Por eso, digo que dichas lecturas tuvieron tanta importancia y me marcaron tanto.

Por último, están las lecturas que surgieron compartidas en la familia. Quizás las más entrañables y, por supuesto, las auténticamente emotivas. Nada resulta más agradable que la experiencia amorosa en el regazo. Porque lo salpica con motitas de gozo al vivirlo en familia, con tus propios hijos. En realidad, en el hogar, la lectura no es más que una disculpa, que justifica toda oblación. Ese ratito al acostarse, juntos, al abrigo del cuento,… uuuuumm… aún los saboreo, todos y cada uno. ¡Auténtico derroche imaginativo!, verdadero derrame de sensibilidad. Esas, esas, son las lecturas que nunca olvidaré. Como estoy seguro que os sucede a todos vosotros. El binomio lectura-cariño, siempre funciona, multiplica las sensaciones, emulsionándolas vaporosamente, dejándolas adheridas a la piel (se me eriza el vello sólo con rememorarlo). Así que, lógicamente, acaban por resultar tan importantes, vitales, únicas. El tiempo me ha devuelto todos y cada uno de esos minutos dedicados al calor del regazo, allanando el encuentro con aquella pequeña, hoy adulta. Ese paso del tiempo, no hay sido capaz de erosionar la capacidad de diálogo que juntos fuimos decantando en aquellos frugales encuentros literarios. Hoy, ya son gozo, vida.

Termino, que ya está bien. Lo hago con dos palabras, una de agradecimiento y otra de satisfacción. Agradecimiento, a vosotros, por acompañarme pacientemente hasta este último párrafo, y permitirme evocar la esencia de mi sentimiento. Pocos ratucos hay tan placenteros como éste. Y satisfacción porque la lectura, mis lecturas, la causa de esta rememoración, una vez más, han sido capaces de provocar lo más auténtico de mi ser. Claro, que no extraña, porque ya habéis visto que ellas mismas, surgieron también auténticas y como tal quedaron incrustadas en lo más íntimo de mi ser. Por eso, hoy, con sinceridad y convicción, no puedo más que, mirando en todas direcciones, proclamar éste, mi elogio de la lectura.

Santander, 23 de abril de 2014. Día Internacional del Libro (Unesco)

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ElMundoArtículo publicado por EL MUNDO. Edición Cantabria. Tribuna de Cultura (pág. 2) el día 23.04.2014 (descargar en pdf)

Del rincón de lectura a la biblioteca

Experiencias de dinamización lectora, propuestas por los propios docentes al objeto de favorecer el desarrollo lector de sus alumnos, lo mismo en el rincón del aula que en la Biblioteca escolar.

Wiki 4

La literatura infantil que gusta a los maestros.

literatura_infantilSiempre me he preguntado, cuáles son los gustos y preferencias que presentan los maestros, en relación a las lecturas literarias con sus alumnos. Varían, evidentemente, y evolucionan con su edad (me refiero a la de los alumnos). Pero no deja de sorprender por un lado que algunos autores resultan ya clásicos, por cuanto el interés por sus obras perdura en el tiempo. Y también me llama la atención cómo algunos géneros, de intriga, humor o aventuras, indefinidamente acaban identificados con edades y etapas de desarrollo de los escolares.

En el Grupo les hemos pedido a los maestros y maestras que nos hicieran su particular recomendación de lecturas. En documento adjunto ese pequeño testeo, que no hace más que conformar esa preliminar idea. Muchas gracias a todos, y os agradezco vuestras recomendaciones al respecto.

Documento adjunto: Wiki 3 (pdf)

La clase de lengua: jugar con la imaginación

Este título, corresponde al trabajo colabroativo desarrollado en el marco de formación del Profesorado que estamos desarrollando en el Centro de Formación del Profesorado de Castilla La Mancha. En esta ocasión, nuestra wiki recopila experiencias didácticas, desarrolladas por el profesorado en el marco escolar del aula, en la clase de LENGUA. Esta puede ser muy, muy divertida, prcisamente por el aporte y enriquecimiento que puede suponer el desarrollo didáctico de la lectura.

El recopilatorio que adjuntamos, confirma el derroche imaginativo que puede haber en este marco escolar, donde los profesores colecturainfantilmparten sus experiencias didácticas en el aula. a través de la lectua. Veréis que supone un aporte sumamente enriquecedor y, por supuesto, motivador para cuantos mantienen expectantes sus ilusiones por mejorar y cambiar cada día el trabajo que llevan a efecto con sus alumnos.

Documento adjunto: Wiki 2 (pdf)

La lectura escolar, rica y variada.

letrasTras el trabajo desarrollado, de manera colaborativa, con un Grupo Colaborativo de la Comunidad de Castilla La Mancha, podemos confirmar la gran implicación se tiene en la didáctica escolar de lectura. El documento adjunto, que recoge las aportaciones hechas en la Wiki correspondiente al Grupo, nos demuestra esa gran riqueza didáctica, la variedad de estrategias y recursos y, lo que es más importante, la enorme ilusión que presentan todos los profesores implicados en este proyecto.

La clase de lectura puede y debe, ser muy diversa, rica, variada y sobre todo, entretenida. Abordando las idversas posibilidades de dinamización, es posible conseguir por un lado coherencia metodológica, por otro, desarrollo pleno de competencias, riqueza de experiencias y normalización del proceso didáctico. Todos ellos, valores necesarios para una buena clase de lectura.

Documento adjunto: Wiki 1 (pdf)

Recursos de lectura escolar

LA LECTURA ESCOLAR. Recursos de formación didáctica

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.53.57“Revista Digital dile-redile”: revista digital dedicada de una forma exclusiva al mundo de la lectoescritura y su didáctica: Un lugar de encuentro y comunicación, con un objetivo bien claro: abrir un campo de experiencias y relaciones en el mundo de la lectura y de la escritura. Experiencia desarrollada por J.Quintanal hasta 2012.

http://www.quintanal.es/Web_LECTURA/default.htm

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.16“Canal lector”: La Fundación Germán Sánchez Ruipérez, toma desde 1981 esta iniciativa innovadora que se inició en 1981 con el fin de promocionar la lectura y favorecer la alfabetización en el mundo especialmente en los niños y adultos jóvenes.

http://www.canallector.com

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.25“Ocnos”: revista de acceso abierto (Open Access), lo que significa que todo su contenido es de libre acceso. Los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar, hacer enlaces a los textos completos de artículos de esta publicación sin necesidad de recabar antes la autorización del autor o editor.

http://www.uclm.es/cepli/v2/contenido.asp?tc=convis40400ocn00

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.32“Lecturas y Bibliotecas Escolares” de Andalucía:  Web institucional, de materiales y recursos lectores, orientados a su desarrollo en el aula.

http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/web/lecturas-y-bibliotecas-escolares

 Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.40“Peonza”: nació en diciembre de 1986 como boletín de literatura infantil, como medio de información y de intercambio de experiencias entre maestros, al servicio de la animación a la lectura. Se publica trimestralmente y se puede acceder a la versión digitalizada en la “Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes”.

 http://www.peonza.es/Principal.htm

En España aún no vivimos la lectura con un sentido de bienestar, de poder cultural (entrevista)

   Entrevista a José Quintanal Díaz,

   realizada por MARTA VÁZQUEZ-REINA

publicada en la Edición Digital de la revista:
http://www.consumer.es/web/es/educacion/escolar/2011/06/01/201045.php

Pulsar sobre el texto para descargar la entrevista completa.

Los buenos hábitos de escritura, empiezan en la escuela, lo mismo para diestros que para zurdos

Artículo publicado en la revista EDUCACIÓN  XXI, que edita la Facultad de Educación de la UNED. Educación XXI, 14.1, 2011 (págs. 157-177)

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Resumen: Los buenos hábitos de escritura, empiezan en la escuela, lo mismo para diestros que zurdos. La escritura es uno de los aprendizajes que se automatizan con mayor rapidez en los primeros estadios del desarrollo infantil. Esto supone que la escuela deba estar atenta para conseguir su correcta aplicación, de modo que los pequeños integren este hábito con corrección. Lo mismo diestros que zurdos; para todos, un buen aprendizaje de esta destreza les va a suponer no sólo contar con una mejora en su comunicación, pues su escrito resultará más legible y presentará una mayor calidad técnica, sino que se prevendrán las secuelas propias de su posterior ejecución. El presente estudio analiza cómo adecuar el proceso de enseñanza de la escritura desde la escuela infantil.

Elogio de la lectura de Vargas Llosa

Discurso de Mario Vargas Llosa, con motivo del Premio Nobel de Literatura que le fue otorgado en 2010. En él, de un modo magistral, realiza un elogio de la lectura, reconociendo la contribución que recibió en su infancia, en la escuela, en su juventud, a lo largo de toda su vida, de las grandes obras literarias.

Descargar: Elogio de la lectura (Mario Vargas Llosa) pdf.

Web oficial de Mario Vargas Llosa.

Web oficial del Premio Nobel de Literatura 2010.