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En recuerdo de un maestro… D. RAMÓN PÉREZ JUSTE

In memoriam…

El pasado 13 de enro de 2017 fallecía mi amigo y admirado profesor D. Ramón Pérez Juste. He de decir que para mí ha sido un auténtico lujo compartir con Ramón cátedra y aula. Él fue mi profesor en la asignatura de Métodos de Investigación que cursé en la Licenciatura de Educación. Como tal, le recuerdo, al igual que cuantos le conocimos, como un referente de lo que es el BUEN profesor. Luego, en la UNED, fuimos compañeros de Departamento y compañeros de asignatura. Precisamente Métodos de Investigación en el Grado de Pedagogía. De esos años, que compartimos en la Facultad, me quedó el referente de un BUENA persona. No se puede decir nada mejor de quien ya he convertido en un referente, en MI MAESTRO.

Os comparto aquí el programa que se emitió el día 31 de enero de 2017 en Radio 3, de Radio Nacional de España. Fue uno de los más entrañables podcast, de la serie EDUCACIÓN AL DÍA, que grabé en la UNED. Vaya con este programa, mi reconocimiento a la memoria de éste, MI AMIGO y MI MAESTRO.

EDUCACIÓN AL DÍA: Podcast. Radio 3

 

Ellos, cada día, hacen más social este mundo

Si una característica tuviéramos que señalar, para identificar la misión (y en ocasiones, también, la pasión) que mueve a las instituciones que en nuestro entorno realizan una labor social, no podríamos hacerlo, pues habría que otorgarles no una sino dos, un verdadero par. Sus mejores (y mayores) cualidades, entre otras muchas, han de ir inevitablemente unidas: la humildad y la convicción de su bondad.
Precisamente, humildad. Cuanto más social, más silenciosa resulta la labor, sincera, necesaria, callada y de profundo compromiso. Moralmente intachable y éticamente comprometida. No es necesario ir muy lejos para encontrar colectivos enteramente comprometidos. Están al alcance de la mano. Son vecinos, tuyos, míos. Y no hablamos de grupos de carácter religioso, ni con la ausencia de lo global, que no es. Los podemos señalar con nombres y apellidos, conocemos sus caras, sus manos, sus miradas. Porque son habituales; no en vano comparten con nosotros, cada mañana, el ascensor, el tren, el autobús o la espera en el paso del semáforo, cogen este mismo periódico, van al médico y hacen cola en el supermercado. Cada día, con su mañana, tarde y noche, con fines de semana, festivos, nocturnidad y constancia, les miramos de frente, captamos la mirada, limpia y seria de estos jóvenes. Y sepan ustedes que joven hay que ser para, con independencia de los años que señale el dni, estar convencido de poder cambiar el mundo, liarse la manta a la cabeza y comprometerse con el prójimo, depositando jirones de ternura, bondad y cariño, en el corazón del que es extraordinario, precisamente por menos favorecido. Desde su convicción altruista, en diferentes pueblos y también en los barrios de la capital, son bastantes los que optan por dirigir su vida, en esa dirección y contribuyen con trabajo, con presencia y entrega siempre voluntariosa, con resolución, a conseguir un mundo un poco mejor. Hacen de lo social, su profesión. Nos sorprenden por su simplicidad: lo único que tienen es ilusión, empeño, juventud, y un corazón tan abierto que van por ahí dejándolo a cachitos, en miradas, a manos tendidas, con sillas de ruedas, bastones, bandejas, camas y hasta sonrisas, las de su mundo próximo, inmediato, conocido, un mundo más real que cualquier otro. Ellos, sólo ellos, son los culpables de que podamos encontrarlo cada día un poco más humano. Y son muchos. Nos sorprendería saber cuántos. Pero, claro, pasan desapercibidos. Su labor también.
Lo social no les gusta ni a los políticos. Será porque los desfavorecidos, necesitados, no aportan. Por no aportar, ni votos, por eso son colectivos que caen rápidamente de sus presupuestos. Los mayores, cada vez son más mayores, los discapacitados, aprenden más y mejor, tanto que se normalizan, estamos viendo cómo las conductas disruptivas se controlan con gran efectividad y sus colectivos llegan a integrarse con naturalidad, la misma con la que conviven en el entorno cotidiano. De modo que nos pasan desapercibidos, pero claro, no basta con altruismo. El que ya están recibiendo de sus cuidadores, de los educadores, mediadores y animadores, de muchos orientadores, voluntarios y profesionales de lo social, capaces de satisfacer todas y cada una de las necesidades que el colectivo requiere: convivencia, cultura, desarrollo, estimulación, fisioterapia, interculturalidad, geriatría, alfabetización, sociabilidad,… Programas y proyectos, que con absoluta efectividad, deben ir añadidos a la cotidianidad de sus necesidades fisiológicas, alimentarias, sanitarias, higiene y atención. Como pueden suponer, los que se dedican a lo social, no se aburren. Son muchos los frentes que tienen abiertos, y que la sociedad no percibe como cubiertos. A no ser que no lo sean, porque entonces, molestan y claro, se evidencian. Imagínense por un momento que alguno de los estos colectivos perdieran esa atención. Visibilizarlos justificaría cualquier partida que administrativamente se les dedicara. Pero, claro, ahora, la mayor, en ocasiones la única, la reciben del altruismo de nuestros jóvenes.
Y esto nos enlaza con la segunda de sus cualidades. Su bondad, la gratuidad con que convierten en normal acciones, actividades, trabajos, que vistos en su particularidad, cualquiera calificaríamos de extraordinarios. No tenemos más que pasar una tarde en una residencia, o cruzarnos con un grupo de jóvenes que sacan de paseo a niños o mayores con alguna discapacidad, para enterarnos del modo en que son atendidos tantos niños, jóvenes y no tan jóvenes que llevan su vida en el filo de la exclusión; cárceles, drogas, violencias de diversos tipos, adicciones, limitaciones o excesos. Sólo a quien le toca, o simplemente conque le roce, también, sabe lo que esto supone. A nosotros, alguna vez, nos tocan el bolsillo, pero a estos jóvenes, que trabajan con ellos, lo que les han tocado, como digo, ha sido el corazón.
Terminemos levantando nuestra voz, reclamando una mayor atención para ellos. Y no sólo la que nos gustaría que les dieran los responsables políticos dotando de contenido las partidas presupuestarias, que sí, es necesario. Necesitan también el reconocimiento de toda la sociedad. Esta cultura del ocio, de la sociabilidad, de lo social, que ahora vivimos, es necesario que responda con responsabilidad de estos colectivos que ya se integran en la cotidianidad de la convivencia. En cada ayuntamiento, en cada asociación, en cada barrio, pueblo, grupo o asociación, todos y cada uno de nosotros, hemos de saber que atender estos colectivos debidamente, también nos beneficia. A ti, a mí, a todos, a cada familia, en uno u otro momento de la vida. Toda inversión será poca, pues ellos corresponderán, tarde o temprano y nos lo van a devolver en forma de atención y cariño. No nos cabe ninguna duda. Por eso, los necesitamos, porque son los únicos que cada día, hacen más social este mundo.

José Quintanal Díaz

Publicado en  EL MUNDO  edición CANTABRIA, el día 6 de Noviembre de 2013 (pdf)

La otra vuelta al cole

     Es tanta la publicidad con la que estos días nos bombardean la vuelta al cole, que acabamos por creernos su importancia. Se le confiere prioridad a la compra de los libros, del uniforme, la mochila, el ordenador o tantas otras cosas que precisamente, estas campañas consiguen el objetivo de «no desviar» nuestra atención del tema. Sí, lo digo bien, pues desvían la atención de lo educativo, para hacernos vivir una vuelta que los propios medios califican de no-traumática. Un año tras otro, hemos ido descubriendo lo problemático que puede resultar este cambio para todos…, para los niños, para sus padres, para los maestros… En algunos casos, parece tan fuerte la tormenta que llega con el mes de septiembre, que la inundación acaba por cubrirnos hasta la altura del bolsillo. Vamos, que queramos o no, hay que suavizar la inmersión escolar, para salir a flote. Menos mal que la moderna ciencia psicológica es capaz de echarnos un capote con el que cubrirnos al menos la cabeza y así, aguantar tal chaparrón…

     Aunque no lo crean, en cierto modo es así. El tema resulta tan importante, que esos «expertos» llegan para ayudarnos a resolver todos estos conflictos internos y así evitan que pueda ser traumático para los ciudadanos de a pie y a las empresas que viven de ello, también. Porque los damnificados somos… ni sé cuántos. Lo mismo empresarios que simples ciudadanos. Para muchos negocios, algunos grandes pero otros, quizá la mayoría, pequeños y hasta pequeñitos, familiares, terminar el mes de septiembre con cierto equilibrio en su balanza de pagos, supone respirar en ese último trimestre del año (y comer, y mandar a sus propios hijos al cole, y vestir y…, en algunos casos, hasta dormir). Para ellos, esta campaña es la clave de su subsistencia, les supone llegar a navidad. Así que no busquen grandes eslóganes que nos animen, porque un motivo así nos basta; septiembre resulta fundamental para muchos. Ahora, volvamos a la cuestión escolar y familiar, que es lo que nos ocupa.

     Sea como fuere, todos sin excepción, pasamos por el aro, yendo a la compra. Resulta interminable la lista: boli, rotus, tijeras, sacapuntas, regla…. hay todo un sinfín de cosas necesarias para ir al cole. Incluso, puede ser peor aún, si son los propios niños los que nos acompañan al centro comercial para realizar el avituallamiento, pues tienen un conocimiento más detallado de lo inservibles que están los materiales del curso anterior… Vamos, que acabaremos hasta etiquetando mecánicamente los libros que se forrarán con la última tecnología en plásticos, que no necesita ya cello transparente para fijar el protector. Y por ende preguntándonos cómo pusimos sobrevivir a los clásicos rollos de papel de forro, a la goma de milán y a la cajita de pinturas de madera. Hoy, se ha dado la vuelta incluso a la historia, en beneficio de una nueva economía escolar que contribuye a la modernización de la estructura familiar. Y eso que no mencionamos el pendrive, la caja de folfers o el hub de siete entradas. Esto último queda para los más avanzados, los mayores, vamos los que llevan un kit oficial que incorpora móvil-cuatro-ge.

     Esta es una vuelta al cole muy diferente. El problema que vemos en la campaña, que puntualmente nos llega todos los años a finales del mes de agosto, no es únicamente de carácter económico. También hay una vertiente social, quizás la que más debiera preocupar, no tanta campaña publicitaria… Podemos desentrañar su contenido valorando el protagonismo que corresponde a cada uno. Serán únicamente cuatro palabras:

     Una. La vuelta al cole, en primer lugar han de protagonizarla los propios alumnos, los niños y jóvenes, que están directamente afectados. El colegio les exige un estilo de vida, cotidiana, muy diferente al que hayan venido disfrutando en vacaciones. Han de disciplinarse los horarios, afinando hasta la puntualidad; organizar las jornadas, en virtud de sus tareas o responsabilidades que sea necesario cumplir; considerar la importancia del descanso, los buenos hábitos y la higiene saludable; y hacer que orden, esfuerzo o compromiso, sean vocablos que se incorporen con naturalidad. Los «mayorcitos» ya deben ser autónomos en su logro; en el caso de los alumnos pequeños, el compromiso del cambio radica en sus padres. Esta sí que es, por encima de las campañas, los materiales o la ropa, «su» campaña, su cambio.

     Dos. Los padres, porque también ellos «vuelven», no pueden inhibirse de su responsabilidad educadora. Ahora menos que nunca, el comienzo del curso resulta clave para sus hijos. Supone un cambio de tal importancia que en ocasiones acarrea desconcierto, indefensión, desorientación,… Es necesario estar ahí, para acompañarlos, orientar, canalizar, y ayudar su «réentrée». Y ya de paso, vendrá muy bien sentar buenos principios y así disciplinar los hábitos cotidianos y poner orden en la estructura familiar. Esto será educar.

     Tres. de un modo genérico, porque trasciende la obligación paterna y a materna, esa responsabilidad educadora corresponde a todos y cada uno de los miembros de la familia. A cada uno le pedimos que asuman su papel, en el contexto que le corresponda. Padres, tíos, abuelos, hermanos,… todos, y cada uno, educamos. Es necesario coincidir en los objetivos, de modo que todos sumemos con cada aportación. Nadie puede inhibirse. Cada palabra, cada gesto, cada permiso o cada mandato, el beso o la regañina, bien hechos, educan. Todos, todos, todos, tú y yo también. Nuestra actitud, en cada momento, educa, cada ejemplo también, el diálogo se construye y la buena educación la conforman muchos pequeños detalles, momentos y actitudes.

      Y cuatro, no podemos dejar fuera de esta responsabilidad a la sociedad en general. La vuelta al Cole, requiere un nuevo respeto social, a los maestros, a la profesión. En este momento como nunca, las cosas deben estar en su lugar, y entre todos hemos de conseguir que los conocimientos sean más importantes que los lápices con los que se escriben, los libros nos lleven a escudriñar su contenido, que los blogs nos sorprendan por su originalidad y que, al fin, las ideas acaben por encima dell nivel social de quienes las sustentan.

     El cole, ese cole al que nuestros niños ahora parece ser que vuelven, alberga nuestro futuro, y por tanto, es ahora cuando podemos hacer que ese mañana resulte multicolor. Hagámoslo, entre todos.

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Artículo publicado en El mundo Edición Cantabria
martes, día 3 de septiembre de 2013. Pág. 2 TRIBUNA / EDUCACIÓN / JOSÉ QUINTANAL.

LA TUTORÍA ESCOLAR

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LA TUTORÍA EN LA ESCUELA

Curso MOOC de Formación Profesional,

dirigido por José Quintanal Díaz (UNED)

[http://goo.gl/ABD8x] _____________________________________

DECÁLOGO TUTORIAL: Algunas ideas clave acerca de la tutoría escolar

LA TUTORÍA

Es necesaria e importante. Así lo perciben todos los agentes educativos, desde la perspectiva escolar y también desde la propia sociedad del entorno, que se siente fundamentalmente, educadora.

La auténtica pedagogía se fundamenta precisamente en una buena acción tutorial. El pedagogo/a se siente maestro/a, y el maestro/a desarrolla su magisterio únicamente en la relación interpersonal que facilita la tutoría escolar.

La tutoría ha de ser planificada de modo estructural en el sistema escolar. Tanto la administración y como todas y cada una de las instituciones educativas, que persigan la excelencia, cuyo objetivo sea desarrollar la mejor educación, han de estar convencidos que ésta pasa, indefectiblemente, por una buena acción tutorial.

Una buena tutoría escolar, ha de considerar el plano personal y el carácter grupal de la convivencia escolar. El individuo es un sujeto diferente, que requiere un tratamiento personalizado, el cual de ningúnb modo ha de ir desligado del grupo en el que enmarca el desarrollo social de la personalidad.

La tutoría debe presentar un carácter colaborativo, al que contribuyen todos los agentes educativos del centro de enseñanza. Sólo sumando esfuerzos, es posible conseguir una acción tutorial de calidad, efectiva y real.

 

EL TUTOR/A

La figura del tutor/a es un referente necesario en el crecimiento armónico de los alumnos. Por ello, es importante cuidar la relación que cada alumno/a tenga con su tutor/a.

El tutor/a juega un papel fundamental en el proceso educativo. No vale cualquiera para ello; se requieren una serie de cualidades, habilidades y destrezas y dotes personales. Éstas las otorga la vocación y la implicación personal del tutor/a en su función educadora.

El tutor/a nace y se hace. La vocación es necesaria en el proceso educativo pero requiere ser complementada con una formación específica para responder con eficacia a las necesidades tutoriales inherentes en la función docente.

 

LA FAMILIA

Es fundamental contar con el favor de la familia para conseguir una buena relación tutorial. No obstante, el tutor/a es un agente que complementa la educación familiar; el padre y la madre, los primeros responsables de sus hijos.

La relación familia-escuela, confiere sentido a la función tutorial. El tutor/a es un elemento complementario que enriquece la educación familiar. De igual manera que en el hogar se complementa la tarea educadora de la escuela. Ambos se complementan, por lo que es necesario establecer un vínculo de relación y colaboración entre ellos, para garantizar una educación adecuada.

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En España aún no vivimos la lectura con un sentido de bienestar, de poder cultural (entrevista)

   Entrevista a José Quintanal Díaz,

   realizada por MARTA VÁZQUEZ-REINA

publicada en la Edición Digital de la revista:
http://www.consumer.es/web/es/educacion/escolar/2011/06/01/201045.php

Pulsar sobre el texto para descargar la entrevista completa.

Los jóvenes cada vez se comunican más pero escriben peor

Breve programa emitido en los Informativos de Antena 3, en su sección «una mirada atrás», con motivo del DÍA DEL LIBRO Y LA LECTURA, el 23 de abril de 2011.

 

Emisión Antena 3 (2 min.): Descargar.

Documento pdf (304 Kb.): Descargar.

«Escribiendo deprisa, nunca se llegará a estribir bien; pero escribiendo bien, se llegará a escribir aprisa» (Quintiliano, S.I d.c.)

El sistema educativo es anacrónico

Os recomendamos el visionado de este programa. Duración 28 minutos.

La educación está reprimiendo los talentos y habilidades y está matando su motivación para aprender (Ken Robinson)

REDES. Programa nº87, emitido por RTVE el día 13/03/2011. Entrevista de Eduardo Punset.

Mi experiencia es que la mayor parte de nuestros sistemas educativos están desfasados. Son anacrónicos. Se crearon en el pasado, en una época distinta, para responder a retos diferentes. Con el tiempo, se han vuelto cada vez más limitados. En todas partes del mundo hay intentos de reformar la educación, y uno de los grandes mantras es que hay que elevar los estándares…

Libro: Claves para la educación

Libro: Claves para la educaciónCLAVES PARA LA EDUCACIÓN. Actores, agentes y escenarios en la sociedad actual

García Aretio, L. – Ruiz Corbellá, M. y García Blanco, M.

Editorial: UNED – NARCEA de Ediciones

Madrid, 2009

342 págs. ISBN: 9788427716247
Descargar aquí: Recensión (pdf)

Podcast 4: La zurdera

La zurdera es una realidad con la que se convive en la escuela, que requiere ser abordada de modo pedagógicamente correcto.

Descarga aquí: La zurdera (14 min.)

Texto Pedagógico: La educación del hombre J. Fröbel 1826.